Cargando…

Millau y los Causses

Descubrir…

El Convento de la Salette, en Millau, está estratégicamente situado en la intersección de las gargantas del Tarn y del Dourbie. A proximidad de las masas de agua, inscrita en la aglomeración de Millau pero fuera del centro de la ciudad, permite disfrutar en unos minutos de la animación y los comercios estando en calma, cerca de la naturaleza. El acceso por carretera es sencillo. Un parking privado así como otro público próximo permite acoger al público en las mejores condiciones. El Convento se sitúa próximo a las principales actividades en la naturaleza, del tipo canoa-kayak, parapente, arborismo, BTT.

Millau

Ciudad de arte y de historia, capital de los deportes y del ocio en la naturaleza, Millau tiene todo para seducir. Desde su pasado galo-romano hasta las proezas contemporáneas de su célebre viaducto, sin olvidar sus hoteles particulares y los salones modernistas de su mercado cubierto, ofrece un verdadero viaje en el tiempo. En el corazón de los Grands Causses, está situada, tanto ayer como hoy, en una vía de comunicación principal.

Deambular por Millau, descubrir su rico patrimonio, sus tiendas, sus restaurantes, a la sombra de los plataneros… Visitar la ciudad puede llevar fácilmente un día, los más apresurados se contentarán con una hora, pero el paseo pierde entonces su encanto ya que, la ciudad aveyronesa, incluso a escala humana, reserva unos descubrimientos muy bonitos. Los enamorados de las piedras antiguas podrán admirar los vestigios del Vieux Pont construido en el siglo XI, clasificado como Monumento histórico en 1934. De su pasado medieval subsiste la torre de los reyes de Aragón, vestigio del palacio soberano del que la base gótica erigida en el siglo XII sostiene una elegante atalaya octogonal para vigilar la ciudad. Su ascensión ofrece una bonita vista panorámica.

De esta época también data el hotel llamado de Tauriac, adosado a la torre de los reyes de Aragón o también el célebre hotel de Sanbucy erigido por Jacques Duschene, consejero del rey, dueño particular de las aguas y los bosques en Rouergue. Este hotel con patio se elevaba fuera de las fortificaciones de la villa. Del siglo de las Luces, la ciudad posee algunos edificios remarcables, el lavadero de Ayrolle erigida en pleno siglo XVIII para ofrecer a la ciudad las comodidades de su tiempo y el hotel de Pégayrolles, que cobija hoy en día el museo de la ciudad.

No muy lejos, se encuentra el emplazamiento del antiguo mercado del trigo erigido en 1898 en estilo Baltard, arquitectura de metal, de ladrillo y cristal. Los días de mercado acoge a numerosos comerciantes que ofrecen productos de la región.

Desembocar en el centro de la ciudad partiendo del Convento de la Salette es sencillo. El recorrido se puede hacer en coche pero nosotros le aconsejamos que se acerque a pie – 20 minutos para los más valientes –, pues el paseo le permitirá empaparse de la ciudad.

La Graufesenque

Situada en la confluencia de los ríos Tarn y Dourbie, sobre una llanura aluvial rica en arcilla, la Graufesenque abriga un sitio arqueológico galo-romano en el que, durante dos siglos, se fabricó la terracota vidriada, una cerámica sigilada distribuida en todo el Imperio romano del siglo I al II d.C. Sus talleres de alfarería estaban situados no lejos de Condatomagos – en galo « el mercado de la confluencia » –, en el emplazamiento de la ciudad de Millau.

En la época de Augusto y de Tiberio, estas producciones miraban hacia sus modelos italianos. Esta vajilla de terracota de un rojo intenso y característico se ornamenta con motivos y escenas mitológicas estampadas con la ayuda de punzones. Las colecciones resultantes de las excavaciones de la Graufesenque se conservan en el museo de Millau.

El sitio arqueológico está situado a 5 minutos del Convento de la Salette, que se encuentra enfrente. El museo instalado en el antiguo hotel de Pégayrolles, en el centro de la ciudad, es también accesible a pie, por las orillas del Dourbie. Cuente con un cuarto de hora a buen ritmo.

El museo

El museo de Millau está instalado en el antiguo hotel de Pégayrolles, un bello edificio de estilo Regencia, una de las primeras construcciones entre patio y jardín de la ciudad, situado en el corazón del antiguo Millau. Fue construido por Jacques Julien de Pégayrolles, consejero en el Parlamento de Toulouse desde 1738. Sus salas presentan un conjunto que relata la historia de la ciudad, las colecciones de paleontología (el famoso esqueleto de un elasmosaurio, reptil marino desaparecido hace más de 70 millones de años), de arqueología con vajilla en terracota vidriada de los talleres de Graufesenque, de peletería y de guantería (la ciudad es considerada como la capital del guante).

El museo se abre sobre la bonita plaza Foch, llamada plaza de Armas o plaza del Mercado, caracterizada por su columnata sosteniendo las cubiertas típicas de las ciudades del Midi. La plaza se abre sobre la fachada de la iglesia y el monasterio benedictino de Nuestra Señora.

Desde el Convento de la Salette, cuente con un cuarto de hora a buen ritmo.

El Puncho

El Puncho d’Agast forma la extremidad del Causse Noir, el más pequeño de los Grands Causses, situado al sur del Macizo Central. Desde este pico de unos 800 metros de altitud, la vista sobre la ciudad el Millau y su célebre viaducto corta la respiración. Desde allí, la vista alcanza los dos valles del Tarn y del Dourbie. El Puncho es el lugar ideal para el despegue de los parapentes. En verano, el cielo de Millau se viste de la multitud de colores que forman las alas de esta aeronave derivada del paracaídas.

Desde el Convento de la Salette, cuente con un cuarto de hora en coche.

Los Grands Causses

Los Grands Causses dan su nombre a un conjunto de altas mesetas, valles y gargantas situadas al sur del Macizo Central, a caballo entre las áreas atlántica y mediterránea, en el interior de la costa del Languedoc. Están formadas por las causses llamadas mayores: el Comtal, el Séverac, el Sauveterre, el Méjean, el Causse Noir, el Causse Rouge y el Larzac. Situadas al norte de la región de Occitania, forman desde 1995 el parque regional de las Grands Causses, el tercer parque más grande de Francia tras los Volcanes de Auvernia y el Parque de Córcega.

Inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2011, ofrece multitud de paisajes tan variados como sublimes, mesetas calcáreas, valles, estribaciones rocosas, rougiers, esas famosas colinas de color rojo ladrillo, picos y otras hondonadas.

Desde el Convento de la Salette, es fácil llegar a l’Hospitalité du Larzac o a La Cavalerie en escasamente media hora.

Cuente con un poco más para descubrir la ciudad fortificada de Couvertoirade, construida por los Templarios y luego por los Hospitalarios. Esta pequeña joya en piedra perdida en el Larzac está considerada entre los « Pueblos más Bellos de Francia ». Está inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO bajo el título « los Causses y las Cevenas ».

El viaducto de Millau

¡La obra de todos los récords! Concebida por el arquitecto británico Norman Foster, este gigantesco viaducto fue concluido en 2004 tras tres años de trabajo. Mide 2.460 metros de largo y 343 de alto, superando de este modo a la célebre Torre Eiffel de 19 metros. El viaducto de Millau es mucho más que una proeza técnica, es una verdadera obra de arte.

Sus tirantes dibujan en el paisaje multitud de velas que, los días de bruma, regalan a los automovilistas un paisaje que corta la respiración. La zona del viaducto ubicada en la antigua granja caussenarde de Brocuéjouls es un lugar de observación formidable. Es también la ocasión de una pausa gourmet en los Capucins, restaurante dirigido por André Bras, que centra su atención en los productos y las recetas de la región Midi-Pyrénées.

No tarde más, ¡está a una escasa media hora en coche!

Las gargantas del Tarn

Grandiosa, impresionante… adjetivos no faltan para calificar las gargantas del Tarn situadas al borde del Parque natural regional de los Grands Causses, uno de los paseos más bonitos partiendo del Convento de la Salette. Sus paisajes naturales de rocas esculpidas por el tiempo donde este se paraliza o las antiguas edificaciones como el castillo de Peyrelade, fortaleza del siglo XII erigida sobre un espolón rocoso, es una parada obligada.

Este vasto cañón excavado por el Tarn entre el Causse Méjean y el Causse de Sauveterre, se puede descubrir también en canoa o practicando senderismo. Esta falla puede alcanzar en algunos lugares los 500 metros de profundidad. Prosiga hasta la pequeña ciudad medieval de Saint-Enimie, con el encanto de sus antiguas callejuelas. Las gargantas de la Jonte ofrecen también paisajes sorprendentes de cornisas calcáreas tales como los famosos vases de Chine et de Sèvres, nombres dados a dos de sus gigantescas cornisas. Para descubrir también durante esta jornada el Aven Armand, gran ciudad subterránea de estalactitas y estalagmitas catalogada como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Las gargantas del Dourbie

Las gargantas del Dourbie discurren entre el Causse Noir y el Causse du Larzac, un itinerario sinuoso en el que confluyen muchos pueblos como Cantobre y sus casas de piedra aferradas al acantilado. Durante esta caminata, descubrirá también el pueblo de Saint-Véran con sus callejuelas estrechas.

Una parada en Nant permite admirar la abadía románica de Saint-Pierre, los mercados del siglo XVII así como los Vernèdes, los pequeños canales instalados a la orilla.

Desde la Roque Sainte-Marguerite podemos tomar varios caminos para llegar a los Causses. No deje de visitar el lugar de Montpellier le Vieux y su caos de piedra modelada a lo largo del tiempo por el agua y el viento. Se trata del mayor laberinto rocoso de Europa.

La abadía de Sylvanès

La abadía de Sylvanès, pequeña joya cisterciense situada en el Sur de Aveyron en el corazón de un valle arbolado, fue construida en el siglo XII según las reglas de sobriedad propias de la orden de los monjes de Citeaux. A pesar de los ultrajes del tiempo, ha conservado su amplia nave única y una galería del claustro que da a una sala capitular y a la antigua sacristía. El lugar cobija hoy un centro cultural de renombre internacional; su festival de Música Sagrada - Músicas del Mundo atrae a un gran número de público.

No muy lejos de allí, a unos minutos a pie, perdido en medio de los bosques del Priorato de Granges se encuentra la iglesia ortodoxa rusa, construida en Rusia y traída en tren a Millau.

Cuente con una hora desde Millau.

Más adelante, las riquezas de Aveyron son numerosas, desde el Valle del Lot que alberga tres pueblos catalogados « Pueblos más bellos de Francia » (Sainte-Eulalie d’Olt, Saint-Côme-d’Olt y Estaing) a los vastos espacios del Aubrac, pasando por destinos culturales tales como la Abadía de Conques o el museo Soulages en Rodez.

Un único fin de semana no sería suficiente.

La Artesanía

Millau es una ciudad de comercio desde su pasado más remoto. Sus cerámicas sigiladas producidas en la Graufesenque de manera cuasi-industrial se exportarán por todo el imperio romano, hasta las fronteras con África y con Oriente Próximo. Gracias a su situación como intersección de caminos entre Languedoc, Auvergne, Gascogne y Lyonnais, la ciudad prospera en la Edad Media. Los problemas de las guerras de religión perturbarán por un tiempo la economía local que, desde el siglo XVIII, gracias al edicto de Tolerancia (1778), conoce un nuevo dinamismo.

Numerosos protestantes exiliados vuelven a Millau con un saber hacer que favorecerá la industria del curtido y del guante de la ciudad. A principios del siglo XX, Millau asciende al rango de capital del guante. Una verdadera industria de la piel nace impulsada por industriales como Buscardet, Guibert, Jonquet, Lauret o, más próximo a nuestros días, las casas de Fabre y Causses.

Los guantes de Millau

La industria del guante de Millau deriva de la cría en Causse, meseta árida donde solo las ovejas encuentran de qué alimentarse. Está intrínsecamente ligada a la producción de queso y, sobre todo, de Roquefort. Aparecida en la Edad Media, alcanza su máximo esplendor a principios del siglo XX y durante todo el siglo. En 1960, la ciudad cuenta con unas 80 guanterías.

Su mano de obra es extremadamente especializada y solicitada; la profesión se transmite de padres a hijos y de madres a hijas. A pesar del cierre de numerosas manufacturas, la ciudad exporta todavía miles de guantes y trabaja principalmente para la alta costura.

Hoy, la casa Causse, fundada en 1892 por Paul Causse, provee de modelos a las grandes marcas de lujo como Louis Vuitton o Chanel a la que pertenece desde 2012. Ocupa un lugar en un edificio instalado en un barrio histórico de guanteros, una arquitectura de madera y metal concebida por Jean-Michel Vilmotte. No muy lejos de ahí, avenida Gambetta, la casa Fabre, fundada en 1924 por Etienne Fabre, perpetúa también una tradición familiar. Con ella, el guante se convierte no solo en un accesorio, sino en un producto refinado. Está asociado a creadores por crear modelos de lujo y abre en 1978 su primera tienda. Hasta entonces, abastecía a las marcas y las tiendas.

Terre de Raujolles

Terre de Raujolles es una pequeña empresa de Millau especializada en la fabricación artesanal de loza, ladrillos y de tejas desde 1830 producidas a partir de arcilla local extraída del Larzac. Su reputación ha traspasado fronteras regionales puesto que esta dinámica empresa, gestionada por la familia Rivière desde hace 4 generaciones, exporta a los 4 rincones del mundo. ¿Su credo? Las propiedades de lujo, la renovación de monumentos históricos… Dispone hoy en día de la etiqueta « Empresa del Patrimonio Viviente ».

Gastronomía

En Aveyron, ¡la felicidad se encuentra también en la mesa! Región de belleza salvaje, la región está enfocada tanto a los aficionados a los grandes espacios como a los gourmets más exquisitos. Su gastronomía tiene un nombre… la oveja, lo cual hace de la cocina local algo original. La leche, se hace el famoso queso roquefort y otro pérail, de su carne las mejores paletillas y costillas, de sus menudillos los famosos trénels y mollejas sutilmente veteadas. Y, por otro lado, Aveyron no sería tal sin su charcutería. Para componer un plato digno de su nombre, elija un embutido curado o bien fresco, finamente cortado para degustar con delicadeza. Algunos lo condimentarán con un pepinillo. Añada unas lonchas de jamón del país así como paté y, especialmente de frincandó, un paté de campaña cocido al horno en una tripa de cerdo.

He aquí algunos platos y recetas emblemáticas para hacer boca: Los Trénels de Millau, no confundir con los tripoux, los primeros son cosidos y no atados y, sobre todo, a base de menudillos de oveja. Las mollejas de cordero con perejil fritas acompañadas de un plato de champiñones. El Coufidou se prepara a partir de partes menos nobles y de vino tinto. Nuestros quesos preferidos, el roquefort por supuesto, también el Rondin y para los paladares más golosos, el famoso flaune a base de requesón a degustar sobre todo en primavera y en verano. ¡No nos olvidemos de las fouaces de Aveyron!

A todos los golosos, les aconsejamos este enlace: deguster.blog.tourisme-aveyron.com/.

Eventos

Con casi 500 eventos al año, Millau, ciudad « del arte y de la luz » ¡es una ciudad festiva! No se pierda las principales citas culturales y deportivas tales como los festivales de Jazz de Millau, de la Vallée y de las Gargantas del Tarn, los concursos de jóvenes coreógrafos… sin olvidar los eventos deportivos como los 100 km de Millau, la carrera de los Templarios, el rally de los Cardabelles. Algunas fechas a recordar:

La Carrera Eiffage del Viaducto de Millau, organizada únicamente cada dos años, los participantes en la carrera corren directamente sobre el célebre Viaducto de Millau.

El 17 de mayo 2020. www.course-eiffage-viaducdemillau.org

La Caussenarde, carrera BTT y pedestre organizada en los senderos del Larzac y del Causse Noir.

El 7 de junio 2020.

Roquefort en fiesta, festival para gastrónomos.

El 13 y 14 de junio 2020. www.roquefort-en-fete.fr.

« Enfrentarse a la vida », exposición consagrada al pintor Fernand Léger en el museo Soulages.

Del 13 de junio al 8 de noviembre 2020. www.musee-soulages-rodez.fr.

Natural Games, competiciones internacionales de día, música durante la noche, este evento reúne a los mejores escaladores, kayakistas, especialistas en cinta tensa, parapentistas y corredores de BTT del mundo.

Del 25 al 28 de junio 2020. www.naturalgames.fr.

Salida del Tour de Francia en Millau, para los enamorados del ciclismo.

El 3 de julio 2020. www.letour.fr.

Millau Jazz Festival, para descubrir las variedades del Jazz hoy.

Del 12 al 18 de julio 2020. www.millaujazz.fr.

« Las Piedras y los Hombres », un espectáculo de luz y sonido para descubrir la historia de Séverac-le-Château.

Del 30 de julio al 7 de agosto 2020. www.spectacle-son-lumiere-aveyron.fr.

Festival Internacional de Petanca de Millau (FIPEM).

Del 11 al 16 de agosto 2020. www.petanquemillau.com.

Maratón y 100 km de Millau, el más antiguo 100 kilómetros francés, puesto en marcha en 1972 y apodado « La Meca del 100 km ».

El 26 de septiembre 2020. www.100kmdemillau.com.

Rally Terre des Cardabelles, carrera en tierra considerada como la vitrina del Campeonato de Francia de la especialidad.

Del 9 al 11 de octubre 2020. www.rallye-terre-cardabelles.org.

Festival de los Templarios, famosa carrera fuera de pista organizada sobre el formidable terreno de los Grands Causses.

Del 15 al 18 octubre 2020. www.festivaldestempiers.com.