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A la sombra de los tilos centenarios, el parque de la Salette propone un entorno de vegetación con el antiguo Millau como telón de fondo, su viaducto y su bonita capilla de Nuestra Señora de la Salette. No muy lejos, el río Dourbie desciende sus últimos metros hasta llegar al Tarn. Disfrute del jardín para leer o dormir una pequeña siesta, a menos que los pájaros hayan decidido interrumpir ese dulce letargo. El spa le espera…
¿Necesitas refrescarte? El carril de natación te está llamando. Agua verde almendra, piedra natural, terraza sombreada. Sentirse bien adquiere aquí un nuevo significado…